martes, 30 de diciembre de 2014

Motivación de los colaboradores

La forma fácil de tratar este tema sería recurriendo a la inmensa cantidad de material relacionado que se encuentra en infinidad de fuentes.


Sobre motivación se ha escrito y discutido mucho desde hace ya bastantes años. Una búsqueda en Internet del tema, da como resultado suficiente cantidad de contenido que no amerita duplicar acá. 

En este blog hemos tratado siempre de ofrecer información que sea de utilidad inmediata. Nos apoyamos en la siguiente definición, adaptada de Wikipedia, para dar inicio al tema. 

La motivación se define como «el señalamiento o énfasis que se descubre en una persona hacia un determinado medio de satisfacer una necesidad, creando o aumentando con ello el impulso necesario para que ponga en obra ese medio o esa acción, o bien para que deje de hacerlo». La motivación es un estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta. Es la energía para actuar.

El otro extremo de la motivación es la desmotivación, que la misma fuente define como un sentimiento de desesperanza ante los obstáculos o como un estado de angustia y pérdida de entusiasmo, disposición o energía.

En pocas palabras, un colaborador motivado trabaja bien, uno desmotivado no. 

Esta es una verdad obvia. Lo que no es tan evidente es qué puede hacer el líder del grupo para mantener alta la motivación y ayudar a aquellas personas que están en el estado contrario para que lo superen.

Lo qué motiva a una persona, y cuáles son esos motivos que lo llevan a tener una actitud positiva o negativa, son diversas cosas. Varían en efecto e intensidad de una persona a otra.

Por esto, aunque hay aspectos comunes a todos los colaboradores, como líder debe estar atento a las manifestaciones y actitudes individuales de cada colaborador para tratar de entenderlos de la mejor manera posible. El objetivo es tratar, en la medida de lo posible, de crear ambientes y condiciones que se ajusten a cada persona, o al menos, que no le sean tan contrarios.

Asumir que por ser usted el que tiene las riendas de la empresa, implica que todos deben marchar a su ritmo y estilo, es un error. Abrir espacios para la individualidad genera ambientes propicios para la motivación, que en general, no causan ningún problema al desempeño de la empresa o la persona. 


Factores extrínsecos e intrínsecos

En muchos documentos relacionados con el tema de la motivación empresarial, aparecen los factores extrínsecos e intrínsecos. 

Los extrínsecos, como su nombre lo sugiere, vienen de incentivos externos tales como salarios, horarios de trabajo, acceso a viajes y bienes materiales. 

Es usual que las empresas cuando se enfrentan a un tema de baja motivación, exploren soluciones a través de mejoras en el salario o entregando cosas materiales como una mejor oficina, teléfonos celulares, computadores, a veces vehículo de la empresa, viajes, cursos, etc. 

Son el primer recurso y son fáciles de entregar. Aunque cuestan.

Los factores intrínsecos se relacionan con el significado que cada persona da a las cosas que lo rodean. Son los deseos de la persona de hacer algo porque lo considera importante o interesante. Esto hace que sean más difíciles de identificar pero son más permanentes.

La libertad para controlar lo que hacemos –autonomía–, combinado con el deseo de sentirse aprobado y aceptado, el deseo de ser mejor en algo y el propósito con el que se hacen las cosas son factores intrínsecos clásicos.

Es en relación con esta percepción interior que a veces los factores extrínsecos fallan en proveer una motivación duradera. 

Un ejemplo clásico es mejorar el sueldo a una persona que considera buena para el desarrollo de su empresa pero que ve con baja energía y pocas ganas. La mejora salarial la alegrará durante un tiempo, pero volverá a perder las ganas si su deseo interior es encontrar un lugar de trabajo donde pueda desarrollar nuevas cosas y eso no lo ve en su empresa.

La gente se va por un mal salario pero no necesariamente se queda por uno bueno.

En el anterior ejemplo, enviar a esa persona a un curso que le permita evolucionar sus conocimiento y la apertura en la empresa a que implante lo aprendido, parecería ser una mejor opción de motivación.


Satisfacción y productividad

En todo grupo humano empresarial se da la siguiente paradoja.
El objetivo de la empresa es ser productiva, no tener colaboradores satisfechos. Un colaborador satisfecho no es necesariamente productivo. Sin embargo, es difícil ser productivo si no se está satisfecho.

La forma simple de resolver la paradoja, que facilita productividad en la empresa y a la vez satisfacción en los colaboradores, se sustenta en los siguientes elementos:

  • Crear un ambiente empresarial donde cada persona tenga la posibilidad de dar lo mejor que tiene. 

En sus reuniones Uno a Uno, busque cuáles son las habilidades escondidas de cada colaborador y cree condiciones para que las pueda poner en práctica. Determine capacidades que con un poco de apoyo puedan brillar, en beneficio tanto de la persona como de la empresa.

Facilite que las personas se sientan dueñas de sus procesos al entregarles el poder que necesiten, y que comprendan en profundidad cómo su aporte contribuye con los objetivos globales de la empresa establecidos en la misión y visión.

  • Haga evidente que usted como jefe y la empresa apoya a cada persona.

El apoyo debe ser tanto en los aspectos de trabajo como en temas personales. No es necesario que se involucre en los segundos, sólo que muestre su apoyo con los recursos que disponga, por ejemplo, libertad de manejo del tiempo durante una crisis familiar.

El tiempo que invierta en cada colaborador es importante. Los hace sentir más comprometidos con la organización. Ajuste con cuidado esa cantidad de tiempo: muy poco y se sentirán desconectados. Mucho, sentirán que se está entrometiendo demasiado, cayendo en micro-gerencia.

  • Tenga en cuenta las opiniones de todos los colaboradores.

No mate la creatividad ignorando ideas simples o débiles. Toda idea sirve. Fomente que se elabore sobre cada idea simple, que se mezcle con otra. Promueva esos intercambios de ideas alrededor de problemas y oportunidades.

  • Cree un ambiente, en la medida que le sea posible, que genere una sensación de tranquilidad en las personas con relación al futuro.

En el mundo actual, ninguna empresa puede ofrecer seguridad de empleo a nadie. Sin embargo, permita que las personas compartan sus preocupaciones en relación al futuro, tanto dentro de la empresa como profesional. 

Cada persona tiene objetivos para alcanzar una determinada posición en el grupo social que frecuenta; le gusta tener y conservar amigos.

Ayude a que cada colaborador tenga claridad de sus habilidades, capacidades y deseos de desarrollo. Si es posible, abra espacios para que cada uno mejore en lo que considere pertinente, tanto para uso dentro de la empresa como para emplearlo por fuera, en caso de que la empresa deba prescindir, por cualquier razón, del colaborador.

Un proverbio dice: si quiere un año de prosperidad, cultive arroz, si quiere 10 años, siempre árboles, si desea 100, eduque personas. 


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