martes, 24 de diciembre de 2013

Los hábitos en la empresa

“Somos lo que repetimos. La excelencia no es acto. Es un hábito.” (Aristóteles)

El éxito no se da de la noche a la mañana. Requiere trabajo persistente. Es una disciplina que lleva a su empresa del punto A al punto B.

Los cosas hay que hacerlas en forma repetida para lograr hacerlas bien, mejorarlas en el camino y consolidarlas en procesos que se repiten en forma eficaz.

Así se crea hábito que no es más que hacer siempre las cosas de una misma forma que debe ser la mejor, la más sencilla, la más eficaz y con el mejor efecto sobre la satisfacción de su cliente. 

Los hábitos llevan a hacer las tareas casi en forma automática, y si esa forma es la correcta, la organización se beneficia.

Ciertos procesos ciertamente requieren pensar, y no deben convertirse en automáticos, para evitar accidentes o acciones equivocadas. En las plantas de producción, se evita la creación de hábitos, haciendo muy conscientes las tareas peligrosas. 

Pero en otras áreas, el buen hábito es el que crea la diferencia ante el mercado. 

Un ejemplo: la atención al cliente. Al crear hábitos positivos, la atención siempre será igual y el cliente, en todas sus interacciones, la verá como una característica de su empresa: la forma de atención es única. Será lo que el cliente espera de su empresa y forma parte de las razones por las cuales vuelve a hacer negocios con su empresa. “Aquí me atienden bien.”

La ejecución consciente de muchas actividades en la empresa requiere procesos bien pensados que se vuelvan hábito. Una vez creado el hábito, realizar la actividad requiere menos esfuerzo, control y recursos.

Algunos trucos para crear un hábito:

  • Piense en grande pero asigne cuotas / metas / tareas pequeñas.
  • Use y adecue las rutinas de trabajo actuales, en vez de pensar en crear nuevas.
  • Elimine el exceso de opciones. Elija pocas o una sola forma de hacer los trabajos.
  • Sea innovador cuando diseñe el proceso. No en su ejecución.


Los procesos empresariales no son más que la mejor forma que usted diseña para hacer una tarea. La diferencia entre procesos que sirven y los que no, está en lograr que todos los colaboradores asimilen esos procesos y ejecuten las tareas de acuerdo a lo establecido, una y otra vez.

En el video Procesos (ver acá) presentamos una metáfora sobre los procesos y enfatizamos la importancia de identificar el elemento que desencadena el arranque de una tarea.

En el video Elaboración de procesos (ver acá) sugerimos una sencilla metodología para pensar sobre los procesos, diseñarlos y documentarlos.




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