martes, 15 de octubre de 2013

Visión inspiradora


Si está en su oficina, vaya al lugar donde está publicada su misión y visión. Si está en su casa, haga esa revisión mañana a primera hora. 

¿La visión establecida para su empresa es aun vigente? 

¿Es aun relevante, e inspira y motiva a su grupo?

La visión establece unos objetivos claros, ambiciosos, alcanzables y que se pueden medir.

Es el planteamiento empresarial de un objetivo de alto nivel que desea alcanzar en un plazo establecido.

Al estar definida con un plazo de tiempo finito, necesariamente debe modificarse en la medida que ese momento se esté alcanzando, o cuando el objetivo se haya alcanzado. La visión es así necesariamente dinámica. 

Es frecuente, sin embargo, encontrar que se hace esta parte del ejercicio de planeación estratégica y no se revisa en mucho tiempo. Los postulados de misión (este si más fundamental y menos sujeto a cambios) y el de visión, se quedan permanentemente colgados, debidamente enmarcados, en una pared.

Una visión deja de inspirar en un plazo relativamente corto.

Una razón, ya comentada, es porque se alcanza el plazo previsto o se alcanza un objetivo. Por ejemplo: “Queremos ser vistos como líderes en atención rápida al cliente para el primer trimestre del año AAAA.” Al acercarse esa fecha, la visión debe modificarse o actualizarse. Si ya ha alcanzado una velocidad de atención al cliente que supera la del mercado y satisface a sus clientes, es un buen momento para establecer una nueva visión que mantenga entusiasmado a su grupo.

Otra razón se relaciona con las condiciones del mercado y del entorno. Pueden cambiar de tal forma, que la visión original deja de ser realista. Tenga siempre en cuenta que la meta puede cambiar de sitio. Cuando se de cuenta de esto, ajuste su plan de carrera. Así, de todas formas, llegará a la nueva meta.

Mucha comunicación

Todos los elementos de la planeación estratégica deben comunicarse con persistencia a la organización. Así se convierten en hábitos. Una adecuada forma de pensar y actuar de los colaboradores, alineada con sus planes, facilita la correcta ejecución. 

Por lo tanto, cualquier cambio que haga al postulado de visión, debe acompañarlo de un nuevo esquema de comunicación para lograr el nuevo alineamiento de la organización. El plan de comunicación debe ser claro en las razones por las cuales se modifica la visión y en el nuevo objetivo trazado. 

Cuando modifique su visión evalúe la vigencia de los demás elementos del plan estratégico. Analice e implante, en caso de requerirse, el cambio apropiado.

Pídale a un asistente o encargue a uno de sus directos colaboradores, que registre en su calendario hacer un par de revisiones formales de la vigencia de la visión en el año. Es un ejercicio que toma unos pocos minutos pero habilita y mantiene vivo un elemento importante para dar energía a toda la empresa.


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