martes, 26 de enero de 2016

Enfóquese en las iniciativas de crecimiento

Esta es una de esas tareas empresariales a las que a todo empresario le encantaría dedicarse e invertir recursos y esfuerzo.

Sin embargo, es más fácil decirlo y pensarlo que concretarlo en algo efectivo de evidente
implementación y resultados predecibles.


La primera barrera que deberá superar es la siempre verdadera y pocas veces administrada excusa de la falta de tiempo. En la pequeña empresa, el afán de cada día parece siempre apartar del camino proyectos nuevos, interesantes y eventualmente importantes.

Como empresario, debe hacer el esfuerzo para separar una suficiente cantidad de tiempo, ojalá no modificable ni en la cantidad de horas ni en el momento elegido, para pensar en las oportunidades que debe aprovechar y en las amenazas que debe mantener a raya.

En el vídeo Administración del tiempo (ver acá) puede encontrar algunas ideas para encontrar y rescatar esos momentos.


Un segundo elemento que debe administrar es evitar la dispersión de la atención y destino de los limitados recursos que tiene disponibles.

Una práctica que algunos empresarios siguen es ocasionalmente hacer sesiones de lluvia de ideas (ver artículo acá) con sus más cercanos colaboradores con la idea de encontrar esa nueva actividad, producto, servicio o forma de hacer las cosas que puede hacer la diferencia frente a los competidores.

Cada persona que asiste a esa reunión puede tener una gran cantidad de ideas que vienen de sus vivencias, de lo que conversa y comparte con amigos, de lecturas y muchos más estímulos de todo tipo. Esto con seguridad de rienda suelta a la aparición de muchas ideas interesantes y potencialmente atractivas para implantar en la empresa.

Un riesgo que debe evitar es dejarse llevar por ideas claramente atractivas pero que nada tienen que ver con su misión empresarial.

Por esto, en cualquier reunión donde comparta planes hacia el futuro o explore alternativas de evolución, siempre debe estar presente la misión de la empresa. Es la mejor forma de establecer las fronteras de lo posible. Una buena estrategia es tener claridad sobre lo que si quiere y no quiere hacer.

Las ideas no sólo aparecen de actividades específicas que promueva. Vienen de cualquier parte. Ya exploramos estas fuentes en la entrada De dónde vienen las ideas (ver acá) que puede querer revisar.


Una vez tenga una serie de ideas que parezcan atractivas, alineadas con su misión y visión estratégicas y considere que cuenta con los recursos y capacidades adecuadas o, si no las tiene, puede con alguna facilidad conseguir, debe elegir y establecer prioridades de implantación.

En la entrada Criterios de selección de ideas (ver acá) ampliamos sobre esta actividad. En general, la idea que mayor valor aporte a sus clientes es la que mejor perspectiva de éxito tiene.

Hecha la elección, establezca un plan de acción claro y por escrito que defina los colaboradores encargados, cantidad de tiempo que cada uno debe dedicar a la nueva iniciativa, fechas para cumplimiento de hitos y mecanismos de reporte y seguimiento. Su actividad como líder será mantener el impulso vivo y ayudar a superar obstáculos que nunca faltarán.

Siempre tenga en mente puntos de retorno claros. Esto es, cuándo debe dejar de invertir o asignar recursos a una nueva idea que no produce resultados.

El vídeo Ejecución (ver acá) contiene más información que ayuda a implantar cambio y nuevas ideas con mayor facilidad.

Este blog forma parte de los contenidos de nuestra empresa de consultoría y capacitación Digignos S.A.S. 

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