martes, 1 de marzo de 2016

¿Hasta cuándo se puede crecer?

El objetivo de un empresario es hacer crecer a su empresa y permanecer en el tiempo.


En este blog hemos dado recomendaciones para lograr este objetivo. En la parte inferior de la pantalla encuentra una larga lista de las palabras clave que hemos incluido para cada entrada.

Haciendo clic en alguna palabra, aparecen las entradas del blog que cubren de alguna manera ese tema. 

Hay una palabra clave, índice, que muestra las entradas que inician alguno de los temas centrales que hemos cubierto. Algunos temas se desarrollan a partir de esa entrada y varias de las siguientes. Otros, tienen menos desarrollo.

Aplicando algunas de las recomendaciones ofrecidas en estas entradas, puede fomentar el crecimiento de su organización. Pero, ¿hasta dónde podrá crecer su empresa?

La respuesta no es ni simple ni única.

Cada empresa, dadas sus características, sus competencias, las habilidades de los colaboradores, el acceso o no a recursos, el mercado en el que se mueve, el tipo de producto y servicio que ofrece, etc., tendrá un diferente techo del crecimiento. 

Sin embargo, si no hace nada para ajustarse a las cambiantes condiciones del mercado, llegará un momento en que el crecimiento se detiene e incluso empieza a decrecer, o la empresa alcanza un nivel dónde empieza a no operar correctamente perjudicando su entrega de valor y eventualmente perdiendo posición en el mercado. Esto último, se debe usualmente a fallar en administrar en forma adecuada la complejidad inherente a alcanzar un mayor tamaño.

Una metáfora para pensar sobre esta idea es la de los globos usados en las fiestas.

Empezar a inflar uno requiere soplar con fuerza. Una vez superado un esfuerzo inicial, el globo empieza a crecer con más facilidad. Al seguir soplando, crece y crece. Todos sabemos que siempre llega un límite en el que no soporta más aire y explota.

Explota porque simplemente no tiene más capacidad o porque tiene una imperfección en su superficie. O porque algún bromista –¿competidor, tecnologías, regulaciones?–, mientras estamos inflando se acerca y lo pincha con algo.

Esto mismo puede pasar en el entorno empresarial. Por esto nunca es conveniente quedarse con un sólo globo, o producto o servicio.

Es siempre conveniente explorar qué nuevo globo puede empezar a inflar para adicionar al que ya tiene y parece no dar más y que eventualmente, una vez inflado al máximo, empezará a perder aire poco a poco.


Esto nos lleva a la idea de la curva S empresarial, o curva del ciclo de innovación de la empresa. Esta curva es ya una tradicional representación gráfica del inicio, crecimiento y maduración de ideas, proyectos o empresas. Después de la maduración, sólo viene el declive y eventual desaparición. Por eso, hay que saltar a una nueva curva S.

El eje vertical en la ilustración es la cantidad de innovación o de implantación y el eje vertical muestra el transcurso del tiempo.

Como el globo, una determinada innovación permite ofrecer una limitada cantidad de valor al mercado que se estanca con el tiempo. El líder, de todos modos, debe sacar el máximo provecho de cualquier iniciativa que haya implantado.

No hay nada equivocado en darle escala más grande a una idea de negocio hasta dónde se pueda, siempre que se haga bien.

Siempre es conveniente recordar que en la medida que un negocio se hace más grande, la complejidad aumenta, a veces en forma geométrica, lo cuál hace que sea más difícil y costoso seguir adelante con algo.

Por esto la empresa, debe saltar de una curva S a una nueva. Una organización sana debe estar en constante movimiento y cambio, siempre buscando nuevas cosas y nuevas formas de hacerlas.

Estos saltos son responsabilidad única del líder de la empresa. 

Es él quién debe estar pendiente de lo que pasa y debe tener la capacidad de atreverse a anticipar el futuro.

Es él quién debe promover e impulsar hacia un nuevo camino –una nueva S–, obviamente apoyándose en toda su organización. Mantener los ojos abiertos y los canales de comunicación vivos para ver las oportunidades es un aspecto clave para el éxito de esta tarea. 

Para esto, se apoya en sus capacidades, en los mercados que ya conoce y puede ampliar, en las habilidades de sus colaboradores o en cualquier otra oportunidad que le permita evolucionar hacia algo nuevo.


Este blog forma parte de los contenidos de nuestra empresa de consultoría y capacitación Digignos S.A.S. 

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