martes, 27 de octubre de 2015

Qué tener en cuenta al desarrollar un grupo de trabajo

En la entrada Construcción de equipos y grupos de trabajo (ver acá) ya hicimos referencia a una serie de habilidades a tener en cuenta al formar un equipo de trabajo.

Una tarea es formar el equipo, y otra, que requiere esfuerzo continuo, es desarrollarlo. Ya presentamos algunos puntos clave en la entrada Roles claros, objetivos concretos y libertad de acción en el grupo de trabajo (ver acá).

Cada vez toma más fuerza el término capital humano para referirse a los colaboradores de su empresa. Esa referencia da nueva vida a la frase “la gente es el activo más importante” que, por mal uso, se ha convertido en inocua. 

Algunos empresarios ya reconocen y aceptan que todos los recursos que usan son factibles de adquirir por cualquier competidor y muchas de sus estrategias son objeto de copia fácil. 

En cambio, el capital humano –los colaboradores– y la forma como ellos aportan valor a la oferta de la empresa con una única forma de emplear los recursos físicos y financieros, dentro del marco de una cultura organizacional también única, pueden hacer la diferencia entre crecer o desaparecer. 

En el vídeo Qué es eso de la cultura empresarial (ver acá) elaboramos sobre el tema de cultura.

Una característica importante del líder en una empresa que está construyendo su futuro, es la habilidad para comprender, inspirar y administrar ese capital humano. El objetivo es obtener el máximo potencial de cada colaborador para generar, en coordinación con los demás, valor al mercado, sin caer en la búsqueda de ese máximo, en el exceso de abusar de la persona.

Si es un nuevo líder que llega a un grupo existente, la tarea tiene un ingrediente de complicación adicional. El grupo está acostumbrado a la forma de trabajo del líder anterior. El nuevo deberá esforzarse para cambiar hábitos ya creados y ajustarlos a su estilo.

Para facilitar una transición en este caso, evite caer en el error de mostrarse inicialmente como amigo para luego tratar de ser líder. Causa confusión. Tampoco exprese frustración con la calidad del grupo. Sus expectativas como nuevo líder son con certeza diferentes y debe dar tiempo al grupo para que se ajuste a su estilo.


En todos las situaciones de liderazgo, haga partícipe al grupo de las decisiones. Evite recurrir a terceros, por fuera del grupo, para analizar un problema, amenaza u oportunidad. Dé opción a que los colaboradores compartan sus ideas sobre algo que no necesariamente debe estar directamente relacionado con su trabajo habitual.

Asumimos que ha formado su grupo con las mejores personas que sus capacidades y recursos han podido conseguir. 

Recuerde que siempre es fácil –en un afán– contratar personas promedio (que después es difícil retirar de la empresa). Reiteramos la importancia de cuidar el proceso de contratación, revisando no sólo las capacidades y habilidades sino las actitudes. En el artículo Selección de colaboradores (ver acá) incluimos recomendaciones.

Si pasado un tiempo, se da cuenta que un colaborador no es lo que esperaba ni se ajusta al grupo, tome decisiones. 

Analice primero las posibilidades de ponerlo a la altura de las circunstancias con capacitación y ajustes del comportamiento, mediante una adecuada retroalimentación (ver acá). Si no responde a este esfuerzo o no es factible hacerlo, tome otras decisiones que pueden incluir transferirlo a otra posición o simplemente dejarlo ir.


Comprenda y acepte que no todas las personas tienen las mismas prioridades en su vida ni todas definen el éxito de la misma manera. 

En el video Cómo mide el éxito. El equilibrio entre la familia y el trabajo (ver acá) exploramos el tema del balance entre trabajo y vida. Facilite que las personas actúen dentro de su particular marco de referencia a este respecto.

No considere, sin análisis, una negativa de un colaborador a una solicitud suya como una falta de compromiso. Compruebe primero que no se deba a un conflicto con otra prioridad. Acuerde algo que satisfaga las necesidades de la empresa y de la persona.

Respete las fronteras que establezca cada individuo. Si es responsable, comprometido con la empresa y manifiesta actitudes positivas, es casi seguro que estas no van a interferir con el desarrollo de la actividad empresarial.

En la entrada anterior (ver acá) mencionamos la necesidad de desplegar la Visión a toda la empresa, asignando tareas y objetivos a cada colaborador. Hecho esto, la siguiente tarea es evitar salirse del camino y perder el enfoque.

La mejor forma de lograrlo es buscar el mayor nivel de transparencia posible en lo que todos hacen. Entre más todos conozcan de todo, evitará que las distracciones, miedos y amenazas del día a día, desvíen del camino a la empresa, en forma inconsciente y a veces consciente.

Con una periodicidad adecuada al curso normal de sus negocios, puede ser mensual o trimestral, reúnase con cada uno de sus colaboradores y revise en detalle el avance de sus tareas y sus resultados clave. 

En el artículo Reporte periódico (ver acá) damos algunas recomendaciones sobre el adecuado diseño de reportes que ayudan a la gestión. Pueden servir en las reuniones de seguimiento con los miembros de su equipo.

De común acuerdo con la persona, establezca correctivos, si se necesitan, y confirme objetivos y resultados clave para el siguiente período.

Durante esas reuniones, evalúe el nivel de identificación de cada persona con los valores de la empresa. Evidentemente tuvo en cuenta esto cuando la contrató, pero con el tiempo debe mejorar. En la medida que esta relación crezca, son mejores las posibilidades de obtener buenos resultados globales.

Ate los resultados de la empresa y el desempeño de la persona a través de esquemas justos de remuneración. La medición del desempeño debe ser totalmente objetiva (ver artículo La evaluación del desempeño acá).

Si un colaborador crea más valor al mercado, el cual responde con más negocios que llevan al incremento de los beneficios para la empresa, es justo que el colaborador reciba algo. 

No hacemos referencia necesariamente a salario. Puede retornar con reconocimientos, mejoras en las áreas de trabajo, nuevos equipos, cursos avanzados de capacitación y una combinación amplia de muchos otros beneficios. Y sobre todo, claridad de que existe un futuro promisorio.

No se sorprenda si un colaborador pide más responsabilidad y autoridad. Sólo revise si está en capacidad de asumirla, así sea sólo parcialmente, y otórguela. Ofrezca acompañamiento mientras la persona adquiere confianza. Esta forma de actuar construye relaciones de confianza que son fundamentales para enfrentar crecimiento y mayor complejidad.


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martes, 20 de octubre de 2015

Roles claros, objetivos concretos y libertad de acción en el grupo de trabajo

La buena operación de un grupo eficaz de trabajo requiere que cada persona tenga claridad en relación con lo que debe hacer, cuándo completarlo y a quién entregar lo que ejecuta. Debe engranar con su grupo. El líder debe estar detrás de esto.

Todo inicia con una adecuada visión empresarial que define un “qué” colectivo, un para “cuándo” lo hacemos y determina la forma cómo se mide el avance hacia esas metas. En el video Déle vida a la visión de la empresa (ver acá) encontrará información útil para establecer un buen postulado de misión y convertirlo en algo vivo.

Una vez esté satisfecho de su Visión, conviértala en actividades, tareas y objetivos de menor nivel que asigna a cada uno de los colaboradores de su grupo.

Una conocida herramienta para realizar esta tarea es el Balanced ScoreCard o Cuadro de mando integral. En un video con similar nombre (ver acá) explicamos la forma de dar uso a esta herramienta, con la cual establece claridad de responsabilidades y mediciones.

Cuando esté estableciendo estas metas individuales hacia objetivos comunes, abra espacios amplios para que las personas participen en las asignaciones. Así, facilita que cada colaborador tome como propia la tarea, actitud que no logra si como líder asigna sin participación. Dirigir basado en autoridad es cada vez menos adecuado.

Lo anterior es importante en la creación de un grupo de trabajo motivado. Cuando una persona se siente parte de algo, participa activamente en su construcción al verse valorada; la motivación será una consecuencia inmediata y hará que los temas de salario y otros similares pasen a un segundo plano, siempre y cuando sean justos y coherentes con la realidad de la industria en la que su empresa se mueve.

Deje que cada persona realice el trabajo a su manera. Permita que innove, se adueñe de una actividad y que comparta con los demás. Lo que importa es el resultado. 

En ocasiones hay procesos y situaciones críticas que requieren hacer las cosas de una forma establecida que es eficaz y segura. Las listas de verificación (ver video acá) son una herramienta adecuada en estos casos.

Asegure que cada persona tiene lo que requiere para realizar su tarea. Además de las habilidades (que ya ha considerado), revise si sus capacidades están a la altura de la necesidad. 

Provea la capacitación adicional necesaria. Evite dar capacitación que no se pueda usar de inmediato en actividades relacionadas con el trabajo. Si lo hace, será tiempo y recursos perdidos. Pero no tenga miedo en invertir en las personas.

Además de estos recursos intangibles, cerciórese que los tangibles (materiales, herramientas, sitio de trabajo, etc.) sean los adecuados.


La buena operación del equipo requiere comportamientos apropiados y construcción de hábitos acordes a la cultura de la empresa, orientados hacia las metas y a entregar más valor al cliente.

Le retroalimentación es la herramienta ideal para fortalecer los comportamientos adecuados y para invitar a modificar los inadecuados. En el artículo Retroalimentación (ver acá) encontrará una guía para el uso de esta herramienta.

Cuando hace el esfuerzo de formar un grupo bueno e invierte tiempo en desarrollarlo, lo que menos desea es que las personas se vayan. Este es un reto importante en la pequeña empresa. Requiere ser creativo pues casi nunca tiene dinero para ofrecerles que se queden, y además el salario no es una solución duradera.

Cuando actúa con honestidad y respeto y además establece una cultura de confianza en cada una de las personas del grupo, crea las bases para que una persona que otra empresa intenta llevarse, lo piense dos veces. 

Estos valores, sumados a una claridad sobre un posible futuro dentro de la empresa, pueden superar ofertas tentadoras. Especial cuidado debe tener con los colaboradores de alto potencial. Serán los más visibles a ojos de los competidores. En estos casos, puede considerar la posibilidad de ayudarles con su desarrollo de carrera y personal. Establezca alguna forma equitativa de ofrecer esa ayuda a cambio de dedicación a su empresa.

El reconocimiento por el logro de los objetivos es importante. Es odiosa la actitud de algunos jefes que sienten que no deben agradecer “porque para eso pagan.” Sólo piense en el cambio de actitud de alguien en un banco o un restaurante a quién usted saluda y agradece.

Los reconocimientos van desde un simple gracias por completar algo hasta premios por desempeños especialmente sobresalientes. Estos últimos deben estar enmarcados en un plan formal para evitar suspicacias en los demás colaboradores.

Como líder tienen la tarea, a veces difícil, de supervisar y controlar la adecuada ejecución para aplicar, de requerirse, los correctivos necesarios. Aunque si ha construido una relación de confianza, ese seguimiento puede reducirse, nunca lo puede obviar. Tampoco debe dejar de comunicarse frecuente y periódicamente con cada miembro del equipo.

Siempre hágalo con amabilidad recordando que hay que ser duro con los problemas y amable con las personas.


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martes, 13 de octubre de 2015

Lograr que un nuevo miembro del equipo se integre rápido

En las pequeñas empresas apenas hay tiempo para hacer una adecuada selección de los nuevos colaboradores. 

Una vez vinculado, algún entrenamiento se da sobre las funciones de su cargo, es presentado a las personas con quienes deberá interactuar, un tour rápido por todas las áreas de la empresa para que sepa dónde están las cosas, algunas indicaciones sobre normas y procedimientos, y de una vez a trabajar.

En general, los líderes saben que una nueva persona se demorará un poco en adquirir la velocidad que espera y necesita. Con algo de ayuda y siguiendo un proceso claro, es factible mejorar esa velocidad y lograr una integración del nuevo colaborador con el resto del equipo en un tiempo más breve.

Como en toda carrera, lo primero para llegar en un buen lugar, es un buen arranque. Las primeras semanas del trabajo de un nuevo colaborador deben responder a un plan deliberado, trazado para facilitar su integración y la adopción de las costumbres y modos como la empresa opera. 

Cuando una persona está iniciando algo nuevo, está abierta a escuchar, aprender, adoptar lo que se le presenta. Debe aprovechar esto.

Antes de entrar con el nuevo colaborador a discutir temas de estrategia y explicarle las estructuras formales jerárquicas, los procedimientos y procesos empleados, cubra al tema de cultura y valores.

Es un tema que de alguna manera ya ha presentado y evaluado con el candidato durante el proceso de entrevistas, donde se decidió por esta persona. En esa oportunidad, constató que la persona comparte muchos de los valores, y su forma de actuar y proceder están bastante alineados con los de la empresa.

Ya vinculada la persona, retome estos temas y explórelos con más profundidad. Establezca un ambiente de apertura donde cualquier pregunta tenga cabida y reciba una respuesta sincera.

En la pequeña empresa, las contrataciones usualmente vienen de afuera (en las empresas más grandes, se dan “contrataciones” internas cuando una persona se transfiere a otra área). Al venir de afuera, no puede asumir que la persona conoce el lenguaje propio de su empresa o de su industria. Invierta un tiempo en efectuar la traducción de los principales términos empleados, ya sean siglas o términos comunes con un significado especial en su empresa.

Más que explicar la estructura jerárquica de la empresa, señale cuáles son los comportamientos políticos adoptados y aceptados, cuáles son las estructuras de poder reconocidas, y qué canales de comunicación son los empleados. 

Tómese un buen tiempo en construir las conexiones sociales del nuevo con los demás colaboradores, poniendo especial énfasis en aquellos con los cuales deberá interactuar más estrechamente para la ejecución de sus funciones.

Esta actividad es preferible hacerle poco a poco. Durante unos dos o tres días, prepare actividades para que el nuevo interactúe con unas tres personas. Pasado ese tiempo, sume otras tres. Permita tiempo para que todos asimilen ese nuevo conjunto de relaciones.

Usted, como líder del grupo y supervisor de esta nueva persona, es el llamado a llevar a cabo esta actividad de relacionamiento.

Nada más inútil que la gira por todas las áreas de la empresa, dirigida por alguien de recursos humanos o por un asistente que ya lleva tiempo en la empresa y todos conocen y él conoce a todos. Se reducirá esto a un apretón de manos con una gran cantidad de personas. A los antiguos les quedará fácil registrar al nuevo; al nuevo sólo le quedará en la cabeza el nombre de tres o cuatro de los que saludó.

La publicación de una foto en la página web interna de la empresa o en las carteleras, acompañada de una breve biografía y la indicación de las funciones y cargo que tendrá la nueva persona, puede fácilmente reemplazar el tour.

Evidentemente el primer grupo con el cual debe relacionar al nuevo es con los demás miembros de su equipo. Ellos tienen una responsabilidad compartida con la suya de líder para que el nuevo se involucre rápido con la operación.

Si las condiciones se prestan, asigne dentro del grupo a uno de los actuales miembros como patrocinador o mecenas del nuevo. Además de servirle de punto de contacto para cualquier información que requiera, le ayudará a enfrentar los primeros problemas o situaciones que deba resolver. En la empresa pequeña, siendo los grupos pequeños, lo más probable es que esa responsabilidad la deba asumir el líder.

Al cabo de unos días cuando el nuevo ya percibe un nivel de conexión con la empresa y los demás colaboradores, siéntese con él y comparta la dirección estratégica de la empresa, cuál es la misión y su razón de ser y que visión se está tratando de alcanzar.

Describa en esa reunión como el nuevo colaborador aportará al logro de resultados. Puede ya establecer objetivos concretos, metas a alcanzar, formas de medición del desempeño y de resultados.

Nunca sobra algo de historia sobre la empresa, cuáles fueron sus retos en el pesado y cómo los ha superado. Una breve descripción de cómo ha llegado al presente le dará al nuevo colaborador algo de perspectiva que con el tiempo complementará y la hará propia.

Para la construcción de un adecuado tejido social y hacer sentir bienvenido al nuevo colaborador, informe en detalle todo lo que la organización está haciendo por él en esos primeros días. 

Señale cómo le ha preparado un lugar de trabajo, informe si es del caso que ya se ha ordenado la impresión de sus tarjetas de presentación, entregue los equipos y herramientas de trabajo requeridas para el trabajo. Si el trabajo es en una oficina, indique cómo se opera el teléfono, cuál es el número de su extensión y entregue un listado de todas las extensiones. Si asigna un computador, pregunte que tipo de nombre desea usar para el correo electrónico. Si la empresa tiene una estructura definida para esta asignación, explíquela y llegue a un acuerdo con la persona. 

Es en esos detalles, que a quienes llevan tiempo en la empresa les son transparentes, donde está la diferencia para que el nuevo haga una transición más rápida.

Durante los primeros días, organice que alguien de su grupo o del grupo de personas con las cuales deberá el nuevo interactuar en su trabajo, lo acompañe durante la hora del almuerzo. Así conocerá los sitios usuales y disponibles, además de poder empezar a formar relaciones de confianza con las personas.

Pasadas unas semanas, durante las cuales usted como líder o el mecenas asignado ha estado cerca al nuevo, evalúe el proceso de crecimiento e integración. En algunos cargos se puede esperar contribución al valor generado en la empresa en el término de una semana (cargos muy operativos). En otros de mayor envergadura, deberá esperar más tiempo.

Preste todo el apoyo y dirección que considere pertinente. El nuevo tiene una clara responsabilidad de presentar resultados. Pero mucho del éxito cae en manos de los antiguos.


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martes, 6 de octubre de 2015

Construcción de equipos y grupos de trabajo

Un colaborador será más efectivo para su líder o supervisor si trabaja para que este pueda alcanzar sus metas. 

Las metas del líder superan lo que una persona puede hacer. Por esto, debe combinar el esfuerzo de varias para alcanzarlas.

El líder logrará mejores resultados con su grupo si se esfuerza por detectar cuáles son las metas individuales y personales de cada persona y ayuda a alcanzarlas. Esta sinergía necesariamente lleva a buenos resultados para todos.

La construcción de un buen grupo de trabajo requiere una equilibrada combinación y suma de varias habilidades: 


Delegación 

Un buen equipo de trabajo se logra cuando el líder delega en forma efectiva tareas y responsabilidades a sus colaboradores. 

Cuando delega una responsabilidad debe cuidar de asignar el correspondiente nivel de autoridad y hacer que los demás conozcan esa decisión. En el video Delegue. Habilidad que libera tiempo y construye organización (ver acá), y en el artículo Delegue (ver acá) encontrará ideas para esto.


Dar poder

Delegación sin autoridad es poco conveniente y nada efectiva. Cada persona del grupo debe tener el poder necesario y suficiente que se corresponda con las actividades a desarrollar. La organización debe conocer y aceptar ese poder asignado a cada persona. Para esto, las buenas comunicaciones son importantes.


Comunicación

Ningún grupo alcanzará su máximo potencial si no cuida que las comunicaciones entre sus miembros y entre ellos y el resto de la organización sean las mejores posibles. 

Muchas buenas ideas no se ejecutan y se malogran porque la mano izquierda no sabe que hace la derecha. En la entrada Comunicaciones y reuniones (ver acá) ampliamos sobre este tema y ofrecemos enlaces a otros recursos que pueden ser útiles. También el artículo Usted se puede comunicar mejor (ver acá) contiene información sobre el tema. 


Transparencia

Además de comunicaciones fluidas estas deben ser transparentes. Nada más nocivo en una empresa que las agendas escondidas de algunas personas. Como líder, procure que ninguno de sus colaboradores se queda con algo –información, recurso– que puede ser de utilidad para el resto de las personas. Igualmente, evite que lo emplee para beneficio personal únicamente.



Habilidades equilibradas

En un grupo de trabajo eficaz se combinan las habilidades de todos sus miembros de forma que las debilidades de las personas se vuelven irrelevantes.

Comentamos en la entrada Habilidades de gerencia en la pequeña empresa (ver acá) que el super héroe que todo lo sabe y puede, no existe. Es real un grupo de trabajo que mucho sabe y puede, debido al adecuado y deliberado equilibrio de las habilidades de sus partes.

Como líder, identifique las fortalezas / habilidades y las debilidades de su gente para combinarlas en forma adecuada. Ayude además a que cada persona desarrolle nuevas habilidades y reduzca sus debilidades. 

Una evidente y permanente orientación al aprendizaje de nuevas habilidades, transferencia de estas entre los miembros del equipo y puesta en práctica de las mismas, da dinamismo a un equipo eficaz.

Ciertos rasgos de personalidad repartidos entre los miembros del equipo son deseables. 

Alguno de sus colaboradores debe ser un hábil integrador, alguien que entiende el contexto general de algo y es capaz de reunir las personas correctas. Esta persona puede tener la capacidad adicional de crear los enlaces necesarios entre diferentes grupo y áreas de la empresa.

Un defensor es también útil. Es la persona sin miedo a manifestar situaciones injustas o no coherentes, que lo afectan tanto a ella como al grupo. Busca y encuentra puntos de acuerdo y facilita la reducción de fricciones.

Nunca sobra un innovador. Sugiere nuevas formas de hacer las cosas y, a veces, nuevas cosas para hacer. Aunque en ocasiones puede ser molesto porque todo lo ve con nuevos ojos, a menudo encuentra formas más eficaces de llevar a cabo una tarea.


Administrar situaciones tóxicas

Ningún equipo de trabajo está libre de tener que enfrentar situaciones o personas que hacen daño a la dinámica del equipo. En ocasiones y por diversas razones, una persona del grupo deja de contribuir, daña el ambiente, genera malestar y enfrentamientos entre los demás. 

Los miembros del grupo deben estar atentos a situaciones de este tipo y en conjunto enfrentarlas. 

Esto no quiere decir que no sea conveniente mantener un sano y respetuoso nivel de confrontación y desacuerdo. De allí, en general, salen buenas cosas. Lo que debe evitarse es que lo sano se torne tóxico.

Cuando el grupo no pueda resolver una situación tóxica, el líder debe encargarse. Nunca debe emplear las mismas tácticas del colaborador nocivo. Comportamientos negativos deben enfrentarse con comunicación clara para buscar el origen y tratar de corregir, si es factible, lo que molesta a la persona.

Si la situación es complicada y hay en la empresa una persona encargada del recurso humano, apóyese en ella. Contribuye con su experiencia en el manejo de estas situaciones. 

Nunca dude en tomar la decisión de retirar a la persona tóxica si pasado un tiempo prudencial no ve mejoría. Si no lo hace, el resto del equipo se resentirá y perjudicará.


Compartir y vivir la visión

Esto es “estar todos en la misma página”. Cuando hay entendimiento de la visión y misión de la empresa, se acepta y además se comprende como la actividad de cada persona y grupo contribuye a alcanzar los objetivos de alto nivel, el trabajo será más armónico.

El líder debe tratar que el propósito y dirección personal, coincida y se alinee con el de la empresa, o por lo menos llegue a un compromiso que sirva a la persona y a la empresa. 

También debe saber y entender qué hace mover y motiva a cada uno de sus colaboradores. Esta información la usa para asignar, en la medida de lo posible, tareas, responsabilidades y actividades alineadas con esas preferencias.


Considerar estos aspectos facilita la construcción de un equipo de trabajo eficaz. Implica saber reclutar a las personas correctas con habilidades apropiadas y actitudes convenientes, alineadas con la cultura de la empresa. El artículo Selección de colaboradores (ver acá) contiene algunas recomendaciones al respecto. 

La supervisión debe, además de asegurar que todo se hace dentro de los tiempos y presupuestos definidos, inspirar, enfocar, mantener el nivel de energía y dirigir hacia lo que establece la visión y misión asignando tareas individuales adecuadamente coordinadas entre si. 

Subir a la gente adecuada al bus y sentarla en el asiento apropiado es un trabajo pesado, cuidadoso, muy importante y dinámico. Siempre hay que tener un buen grupo listo antes de embarcarse en algo nuevo.


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